“El dolor es inmenso”: Familias y amigos de mineros atrapados se congregan en velatón a las afueras de El Teniente
En un ambiente cargado de emoción, vecinos, amigos y familiares comenzaron a llegar la tarde de este sábado hasta las afueras de la mina El Teniente, en la región de O’Higgins, para participar de una velatón en honor a los trabajadores atrapados tras el derrumbe registrado esta semana.
La ceremonia se realizó luego que esta tarde, se conociera el hallazgo de restos humanos en medio de las labores de búsqueda.
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La convocatoria, que surgió espontáneamente en redes sociales, movilizó a decenas de personas desde sectores como Rancagua, Machalí y alrededores, muchos de los cuales tienen una conexión directa con el mundo minero.
Algunos llegaron con velas, banderas chilenas y mensajes de apoyo. Otros, simplemente con su presencia, como una forma de acompañar a las familias que hoy viven momentos incertidumbre.
"Todos los mineros son compañeros y hay que apoyarse"
Isabel, una de las asistentes, relató entre lágrimas que decidió acudir por empatía con las madres de los mineros.
“Mi hijo también trabaja en Colón. Yo soy mamá y pienso en esas mamás que hoy están sufriendo. Eso fue lo que me motivó a venir a dejar estas velitas”, dijo.
Germán Castillo, vecino de Rancagua, también se hizo presente para dar su apoyo.
“Desde que se supo del accidente, uno tenía la esperanza de que se habían salvado. Pero han pasado los días… y uno, que ya es viejo, sabe que es muy difícil. Es muy doloroso. Uno se pone en el lugar de esos papás. Tengo cuatro hijos y solo pensar que uno pudiera estar ahí… es muy fuerte”, señaló visiblemente afectado.
El ambiente era de recogimiento y respeto. En imágenes captadas por Teletrece se puede ver a un gran grupo de personas que mantenían un silencio solemne, interrumpido por oraciones y abrazos.
Muchos de los presentes coincidían en la sensación de cercanía que genera la actividad minera en la zona: “Aunque no conocí al trabajador, mi esposo trabaja aquí. Todos son compañeros y hay que apoyarse”, expresó otra mujer, también vecina de Rancagua.
El testimonio de Daina Juanillo resumió el sentir colectivo: “Me pongo en el lugar de las madres, de las esposas. Este dolor es una tristeza, una angustia. Hay niños que quizás no verán más a sus papás. Solo pido que Dios les dé paz y fortaleza”.
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Al cierre de la jornada, se pudo observar el ingreso del vehículo del Servicio Médico Legal, dando señales de que el procedimiento judicial avanza tras la confirmación de una segunda víctima fatal.
De momento, la comunidad permanece en vigilia y a la espera de nuevos antecedentes, aferrada a la esperanza de respuestas y consuelo.
