Con familiares, en un barrio trabajador y jugando dominó: así fueron los últimos días en libertad de Alberto Mejía


El nombre de Alberto Carlos Mejía ha sido uno de los más mencionados en Chile en las últimas semanas. El joven de 18 años es acusado por la fiscalía chilena de ser uno de los asesinos de José Felipe Reyes, más conocido en nuestro país como el “Rey de Meiggs”.
Más allá del mediático crimen, que incluso pegó a la farándula chilena, Mejía cobró relevancia porque fue liberado por error. Él junto a otros dos sospechosos habían sido capturados como los presuntos sicarios de Reyes, pero una serie de errores entre el Poder Judicial y Gendarmería provocaron la liberación de Mejía, a sólo un día de haberse ordenado la prisión preventiva en su contra.

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Tras ello Mejía escapó del país: se cree que salió por el norte del país hacia Perú. Si bien su paradero era desconocido, este sábado fue capturado por la policía colombiana en Barrancabermeja, una localidad a 300 kilómetros de la frontera con Venezuela, hasta donde se cree que pretendía llegar el acusado.
Dónde fue capturado Alberto Mejía
Reportajes T13 llegó hasta Barrancabermeja; estuvo en la casa donde se alojó, junto a familiares, Mejía, e incluso conversó con algunos habitantes del lugar.
Barrancabermeja es un barrio de gente trabajadora llamado “El Triunfo”. Los propios vecinos lo describen como un lugar “muy tranquilo”, y por ello la presencia de Mejía sorprendió.
Una fotografía en redes sociales fue la primera pista para dar con Mejía. Una publicación de una mujer joven junto al hombre más buscado de Chile lo delató: allí se veía la misma cara, un tatuaje inconfundible en su mano y una muralla celeste recién pintada. Era su hermana.
La georreferenciación llevó a la Policía de Colombia hasta el barrio. Desde esos primeros días de agosto, le montaron guardia en El Triunfo, un lugar residencial.
En este mismo barrio de calles con nombres de números, en la última casa de un pasaje sin salida, vive la hermana y parte de la familia de Alberto Mejía.
Elineth Palomares, dueña de la casa donde se alojó Mejía, dice que ya había estado allí y le sorprendió la acusación.
“Dijo que venía de vacaciones de Chile, pero no estábamos enterados… como uno no se mete en las noticias de Chile, sino que en las de Colombia, no teníamos conocimiento pues él llegó normal”, explicó la mujer.
“También había sido algo normal, fue cuando lo conocí, algo muy sano, o sea, el muchacho es calidad. Por eso cuando él llegó, uno normal con él, atendiéndolo, el normal y todo, jugaba con mi esposo y los muchachos. Calidad de persona… hasta que nos venimos a enterar de lo que había sucedido en Chile”, agregó.
Era un lugar conocido para Alberto Mejía. Su hermana lo había recibido allí después de un viaje que realizó por Estados Unidos, donde vive otra parte de sus parientes.
En este lugar estuvo escondido viviendo en la clandestinidad como si nada pasara. A su familia les dijo que iba de vacaciones y se pasaba el día jugando dominó.